Acción de gracias

En mi infancia, cada vez que recibía algo de parte de alguien, siempre me ratificaba mi familia, ¿cómo se dice?, a lo cual, se esperaba una respuesta concreta: “gracias” o como hoy en día digo: “Dios te pague”. Este es un signo pronunciado de agradecimiento, de la alegría de recibir y la respuesta ante la generosidad del otro. De allí, quiero preguntarte si realmente das gracias constantes a Dios por todo lo que recibir de su amor, que es tal como lo dice el apóstol, “de él, hemos recibido gracia tras gracias”, es un mismo amor fiel que no se acaba, aquel que no termina. El Salmo 81 expresa la acción de gracias de aquel hombre que se cofia a Dios y vive en agradecimiento, y de esta manera, entona un himno solemne, donde empieza diciendo: “aclamen al Señor, nuestra fortaleza, den gritos de alegría ante el Dios de Jacob”, que invita a una acción de gracias, por todo aquello que el Señor ha realizado, porque se descubre en experiencia propia que Dios es el bastón, es la fuerza, es el sostén del hombre, es ayuda y auxilio, pues en muchas circunstancias de la vida, por las solas fuerzas del ser humano, no se puede, así que se abandona en las manos de Dios, para que sea fortaleza y auxilio; y cuando hay abandono en las manos de aquel que es capaz, de movido por un gran amor, obrar en la vida de todo hombre que se confía, se llena el corazón de alegría y salta de gozo, por es un Dios fiel, de ahí que recuerde que es el Dios de Jacob, aquel Dios que ayudó a nuestros primeros padres, un Dios que se mantiene en la historia, y obra en la propia historia de cada hombre y mujer, rescribiendo renglones de amor y fidelidad.

Aquel corazón agradecido, es capaz de cantar, no de dolor y amargura, sino con una alegría inmensa, no es un canto de gritos desgarrador del corazón, sino el himno de alabanza a un Dios que mantiene su fidelidad perpetuamente, porque aun cuando nos alejamos de él, se mantiene y responde en todo momento a nuestros clamores, ¿cómo no estar agradecidos con tanto bien que nos hace? Y la mejor manera de ser agradecidos, es con aquello que nos pide desde su corazón, no ritos, sacrificios y rezos superficiales, como nos hemos acostumbrado, sino la respuesta de un corazón que se entrega en amor, es decir, tener al amor primero, al amor que desde siempre nos ha amado, aun cuando todos se marchan, un amor que espera amor, y que aun cuando no podamos serlo, nos auxilia y ayuda para dar una respuesta en generosidad. Ese es el corazón agradecido, aquel que da amor ante quien lo ha recibido, no tengas miedo de darte en amor a aquel que desde siempre te amó.

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