Uno de los evangelios, menciona una parábola de un hombre rico que sus tierras dieron una gran y abundante cosecha, y pensando sobre sí, qué haría con el grano, pues no tenía dónde almacenarlo, pensó, en destruir sus graneros y ampliarlos para poder guardar toda su cosecha y sus bienes allí. Y dijo, una vez terminado descansaré, comeré, beberé y la pasaré muy bien. Pero Dios le dijo: “insensato, esta misma noche morirás ¿Para quién será todo lo que has acaparado?
Esta parábola me recuerda mucho la necesidad del cuidado, pero también, del compartir con el otro lo que tenemos, de nuestros bienes y de nuestra cosecha, lastimosamente, en repetidas ocasiones hacemos como aquel hombre. Lo que tenemos en nuestra vida, no somos capaz de compartirlo, porque nos pertenece, por ser propio, porque creemos que lo que hemos luchado es para un beneficio propio y nadie más lo merece. Pero, para llegar a dar frutos y poder compartirlos es necesario tener en cuenta un proceso, que llevado a nuestra vida seria:
1.¿Qué es lo que quieres tener en tu vida? Es decir, ser conscientes que lo que hoy se siembra es lo que se va a cosechar en un futuro. Ellos son aquellos sueños o metas que quieres alcanzar, pero nunca has podido emprender. Ahora es una oportunidad para tener visión y horizonte, para mirar caminos de bendición, no puedes quedarte estancado, necesitas seguir y caminar, luchar y alcanzar. 2. ¿Cómo está el terreno para sembrar? ¿Cómo está tu vida? En un cultivo siempre es importante preparar y abonar la tierra para que a la hora de sembrar se produzcan buenas plantas y den buenos frutos, por eso, es necesario poner orden a tu vida, abonarla con paz y mansedumbre, con amor y bondad, cortar el miedo y los odios de la vida, dejar que la misericordia de Dios abone el corazón. 3. ¿Cuándo debes sembrar? Siempre he escuchado que hay unas fechas importantes para sembrar, para que la plantas crezcan grandes y buenas. Debes mirar cómo está el clima y el tiempo, tener la seguridad que estás preparado para sembrar y emprender el camino. 4. ¿Es necesario cuidar y estar al pendiente? Todos y cada día se necesita vigilar un cultivo, donde se verifique no le falte agua, que no le den plagas y que las plantas y después, los frutos estén creciendo, así mismo, debes ir verificando tu vida cada día, mirando que nada pueda dañar aquello que sembraste con tanto cuidado y amor, no puedes dejar que la maleza del odio y el orgullo crezcan junto a tu corazón. 5. ¿Cuándo es el tiempo de la cosecha? En el momento oportuno cuando los frutos están en su máximo esplendor, cuando se ha cuidado por mucho tiempo y ves las plantas y los frutos grandes y listos, de ahí que cada día en tu vida puedas sembrar y cosechar, solo verifica que estás listo para la cosecha, debes poner atención a los frutos buenos, de pronto salieron algunos amargos y pueden afectarnos en nuestra vida, coge los mejores frutos de tu vida y sirve a los hermanos.
Las tareas anteriores brindan una pauta necesaria a la hora de sembrar hasta el cosechar y compartir, sintetizado en una palabra es un “cuidado”, debes beneficiarte de lo mejor y por eso quiero preguntar ¿Cómo y qué estás sembrando en tu vida? ¿hoy cuenta riqueza tienes acumulada? ¿eres capaz de compartirla? No guardes esos bellos sentimientos y esa cosecha de tu vida, comparte y tendrás una gran alegría, porque recuerda «hay más alegría en dar».