También fui desterrado

Cuenta la Biblia que un día llegó un rey y desterró a todos los israelitas de sus tierras, esto fue conocido como el destierro a Babilonia o el exilio, fueron despojados de todo lo que tenían y hacían, les tocó en nuevas tierras reinventar su vida y cada día añoraban lo que tenían y cómo eran, extrañaban su tierra y sus costumbres, su templo y su familia. Pero, por su infidelidad a Dios y su odio, los llevó a perder todo lo que tenían. Uno de los salmos que más me gusta es el Salmo 136, donde el pueblo expresa su deseo y anhelo: “Junto a los canales de Babilonia, nos sentamos a llorar con nostalgia de Sion, en los sauces de sus orillas colgábamos nuestras arpas. Allí, los que nos deportaron nos invitaban a cantar, nuestros opresores, a divertirlos: “cantadnos un cantar de Sion. ¡Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extranjera!” Es una añoranza del pasado, de querer volver a lo que tenían. ¿Sabes que esto aun pasa? Es muchas tierras de nuestro País, personas son desterradas de lo que tienen, les toca salir corriendo con su familia y abandonar todo, porque están amenazados, les tocó en una noche coger rápidamente un poco de ropa y despejarse de sus posesiones, ello porque la guerra no les dejó otra opción.  

He tenido la oportunidad que conversar con muchas personas que han vivido las heridas de la guerra, que nos le quedó más remedio que tomar la primero que encontrar y salir corriendo en la mitad de la noche para no ser vistos y salvar la vida. Y como ellos, muchos más que puedes ser tu o un familiar o un amigo o vecino; pero donde quiero hacerte llegar es cómo en muchas ocasiones se nos es arrebatado lo que tenemos, el mundo y las personas, en algunas circunstancias, nos roba la felicidad y el amor, y andamos con el corazón herido donde no vemos salidas y solo nos queda amargarnos y ahogarnos en la desesperanza y la desolación. 

Esta es una oportunidad para que pienses en aquello que te dejaste quitar, en eso que perdiste, en el corazón y el alma herida que tienes, en la vida sin sentido que llevas, en la desesperanza de la existencia, en la tristeza, el duelo y el dolor, y buscar primero desterrar esos sentimientos y volver a acoger lo que te hace ser feliz y estar en tranquilidad, no solo te quedes con anhelos y sueños, porque ellos se cumplen es porque se luchan. Muchos querrán robarte lo que eres, señalarte y burlarse, pero como buen soñador y luchador, debes levantar la cabeza y volver a encontrar eso que te hace ser, esos sueños que te robaron, esa felicidad que persististe, no dejes desterrar de tu vida todo lo bueno que tienes, pero si, destierra de tu corazón esos sentimientos que te atan y esclavizan.  

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1 comentario
  1. Luz Meixner

    Nos hemos dejado robar nuestros corazones de qué cosas que no valen la pena. Solo Dios es el dueño de nuestra vida, volvamos los ojos a él y veremos cómo cambia nuestra vida.

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